Bienvenida sea la crisis en que estamos metidos (en Podemos)


El Chorrillo, 10 de febrero de 2017

Como agua de mayo debería ser tenido lo que está sucediendo estos días en Podemos, esto y toda aquella basura que algunos generaron en Navidad en torno a Íñigo Errejón. Bienvenida, ¿por qué? Voy a tratar de explicar por qué a mí me parece así.

¿Quien podría decir si todo esto no hubiera tenido lugar que conoce a los dirigentes del partido, que conoce sus ambiciones personales, que conoce hasta dónde el mantra de "la gente" con el que nos llenan los oídos es sólo una pequeña parte de espurias ambiciones? Tantas cosas.

Todo lo que hierve en el subsuelo podemita o tras la fachada más o menos bonachona de todas las relaciones sociales y políticas de la organización se habrían quedado como una enorme tenia dando vueltas por su tubo digestivo destruyendo a la larga su interior si no nos hubiéramos dado cuenta a tiempo: una tenia que tarde o temprano habría devorado nuestro organismo, nuestra convivencia, convirtiéndonos en uno más de esos partidos en donde la lucha soterrada de barones, aprovechados, estafadores de turno habría terminado por minar nuestras raíces, las de Podemos. Ahora, con las cartas sobre la mesa, no todas, no vayamos a ser ingenuos, con las luces alumbrando los rincones oscuros de la breve historia de nuestro partido, va a ser más fácil seguir trabajando por una organización democrática. Si todos los grupos, facciones o modos de entender cómo ha de funcionar Podemos hubieran escondido hipócritamente sus diferencias y hubieran dicho sí a todo lo que la corriente mayoritaria planteara, estaríamos en el principio del fin de eso que tanto se airea: nuestro ADN fundacional.

A estas alturas, por ejemplo, nos son sobradamente conocidos gente como Monedero, Iglesias, Errejón, Monereo, el señor Echenique, y así un largo etc. El que quiera entender que entienda, sólo basta recurrir a la hemeroteca reciente para saber dónde está cada uno y cuales son sus deseos más queridos. A partir de ahí, creo que es mucho más fácil construir un Podemos coherente y democrático, pese a los hooligans y fanáticos de todo tipo que, claro está, no pueden faltar en cualquier rincón del planeta de la misma manera que la cizaña y las malas hierbas son compañeros habituales de la huerta. Sólo se necesita saber leer, contrastar e interpretar por uno mismo la información que nos llega cada día a través de los medios.

En ese proceso poner en su sitio a tantos personajes es esencial; ahí tenemos en el apartado de los falsos poetas y gurúes al "bueno" de Monedero, sin ir más lejos, convertido en la cizaña más empozoñosa que podíamos imaginar; ahí tenemos ese "el poder del partido no es una tarta" de Irene Montero intentando hacerse con la tarta entera; o al maño Echenique diseñando un sistema electoral a la medida de Iglesias, el hombre que en Vistalegre I defendía a capa y espada un secretariado colegiado; a Iglesias en persona con los pies hundidos en un deseo irrenunciable de acumular poder; a Monereo recién entrado en Podemos procedente del PC intentando aplastar desde la prensa a Errejón.

Y lo que ni Luis Alegre ni Fernández de Liria se atreven a decir, la cuestionabilidad de Pablo Iglesias como líder, que queda en entredicho por múltiples razones, la principal de ellas su desmesurado deseo de acumular poder de decisión en todos los frentes, junto a su escasa habilidad para flexibilizar sus posiciones, amen de ser incapaz de asumir y dar respuestas a críticas de importancia como las hechas por Alegre y Fernández de Liria; amén de su nula modestia y su bochornosa actitud respondiendo a las críticas con insultos y menosprecios. Iglesias lo más importante que pudo hacer en su vida ya lo hizo, así que un puente de plata, como decía el de Cayo Lara, y adiós. Hay un cuento de Tolstoi que retrata perfectamente la situación de Iglesias. A un campesino se le ofrece la oportunidad de poseer toda la tierra que sea capaz de encerrar caminando a lo largo de toda una jornada. El campesino traza un itinerario tan ambicioso que las veinticuatro horas del día no son suficientes para cerrar el círculo de lo que podía haber sido su territorio. Muere en el camino.

Cuando Montiel, el líder de Podemos de Valencia, asigna a Iglesias un papel muy parecido a alguno de nuestros dictadores modernos; cuando el líder de Castilla La Mancha habla de los que "sobran" en Podemos, muchos, todos los que no piensan como él o sus camaradas del equipo de Iglesias; cuando "el mejor filósofo de España", Luis Alegre, según Irene Montero y el mismo Pablo Iglesias, habla de algunos dirigentes del equipo de Iglesias como grupo los conspiradores; cuando Iglesias habla de extirpar, que suena a stalinismo puro sin más. Cuando, tantos cuandos sin respuesta, todo esto está en los medios, ¿sucederá que nada sea verdad, que todo sea puro folclore para hacerles perder puestos en el CC? Por favor.

Este saber quién es quién en Podemos nos va a ahorrar mucha confusión en el futuro. Después de todos estos vientos y estas tormentas, la atmósfera va a estar mucho más limpia, veremos mejor, todos podremos decidir con mejor juicio quién merece estar en los órganos de dirección y quienes no.



Quizás sea orientativo ver de qué parte está la mayoría del equipo originario de Podemos. En la foto los señalados con un círculo pertenecen actualmente al equipo Recuperar la ilusión.

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