Los inscritos de Podemos, responsables


El Chorrillo, 15 de febrero de 2017


¿El problema de Podemos no será sus propios inscritos, sus militantes, una parte mayoritaria de ellos? A dos o tres días de los sucesos del domingo he llegado a la conclusión de que el problema real de Podemos no es Iglesias, ni Echenique ni parte o todo el equipo de Iglesias. A la conclusión que he llegado es que el problema probablemente esté alto porcentaje de inscritos que votan algo que apenas nada tiene que ver con los fundamentos democráticos en los que creíamos los que empezamos a militar en las filas de Podemos.





Las maravillas y la admiración que producían las asambleas del 15M (un 15M que huía horrorizado de mostrar cabezas visibles, líderes de cualquier tipo) cuando te dabas una vuelta por ellas, ese espíritu tan respetuosamente democrático que allí se respiraba, ese clima que se palpaba en las calles cuando recorrías España y te encontrabas lo chiringuitos y tenderetes en las plazas de los pueblos y ciudades de todo el país, ese espíritu de estábamos dormidos y hemos despertado, de gritos por una democracia real, Dios santo ¿Dónde ha queda?

Los dirigentes de Podemos dijeron tomar esa antorcha, aprovecharon la ilusión que entre todos habíamos creado en la calle y fundaron un partido... crearon un partido y fueron poco a poco pervirtiendo todo aquel espíritu hasta no dejar mi huella de él. Se aprovecharon, nos dijeron que "de momento" había que construir una maquinaria de guerra para ganar a Rajoy y que para ello se necesitaba un líder con extensos poderes que asumiera el control del partido. Nos dijeron. Ya, puro cinismo, pura mentira; ahí los tenemos hoy, fabricando sistemas electorales para perpetuarse a sí mismos como cualquier dictador bananero, ahí lo tenemos, seguidores adoradores del ídolo, acríticos, adscritos a las artimañas del poder de siempre que busca perpetuarse a sí mismo. Inteligentes diseñadores de una estrategia destinada a aplastar a los demócratas, a todos los que piensan de una manera diferente o que no les aplauden lo suficientemente fuerte.

La imagen de este líder "indiscutible" cada vez se parece más a la de aquel señor del bigotito con la mano en alto coreado por la multitud en las calles de Berlín en los años treinta del pasado siglo. El carisma que pervierte la democracia es algo que pueden pagar caro los pueblos. Sí, señor, algo huele a podrido, y no precisamente en Dinamarca.

Y todo esto, y ahí está la madre del borrego, votado y elevado a verdad única con la que trabajar por más de la mitad de los inscritos de Podemos. Real y definitivamente los responsables de esta deriva de Podemos hacia una liderocracia asistida por psicólogos y científicos del marketing del manejo de masas son gente que sabe de psicología. Uno se pone a considerar cómo pueden haber votado una parte considerable de los inscritos y se le cae el alma a los pies pensando cómo el señor Echenique y otros urdidores de trampas podían estar sonriéndose para sus adentros pensando cómo el votante medio iba a realizar su voto. Sagacidad no les ha faltado, unos breves cursos de psicología para conocer a fondo el comportamiento del volante medio ante el ordenador o el teléfono, eso y algunas triquiñuelas más de rango mayor, y asunto hecho. Primero convencemos al personal para que vote una norma electoral moralmente impresentable, principio de todos los desmanes y punto de arranque para comprender la inmoralidad de un procedimiento (y que casi la mitad de los inscritos votó, válgame, Dios); después tiramos un poco de la máquina del fango (por cierto, ¿sabe alguien de dónde ha salido el dinero de la campaña de Iglesias y su equipo?) y ya está, el asunto marcha.

No hay que extrañarse, a nivel nacional sucede otro tanto de lo mismo. Lamentablemente tenemos la España que nos merecemos, el resultado de las elecciones generales muestran hasta dónde jubilados y gente desfavorecida por el reparto social y económico es capaz de votar contra sí mismas dando su voto al PP; en Podemos imagino que sucede algo parecido. No imagino a ningún militante de Podemos ante la tesitura de una ley electoral a nivel nacional votando algo diferente a cada persona un voto; y sin embargo contemplad lo que se vota en el interior. ¿Recordáis cómo Felipe González, defensor de la no entrada en España en la OTAN fue capaz de dar la vuelta a la tortilla reconvenciendo a la mayoría de los españoles para que votarán posteriormente nuestra entrada en ella? A eso se le llama hacer comulgar a la gente con ruedas de molino, lo mismo que han hecho Echenique e Iglesias con su Desborda, que a estas alturas se convierte en una marca que les va a delatar mientras les dure la vida.

Es probable que incluso con el sistema electoral que proponían Recuperar la Ilusión o los Anticapitalistas hubieran salido con mayoría, pero ahí está el hecho que los define como poco amigos de la democracia que, además, bendijeron y santificaron un cuarenta y tantos por ciento de los votantes. Si algo huele muy a podrido en Podemos es porque una mayoría de votantes han ratificado este fin de semana un proceder que cada vez se parece más al que regularmente se usa en el PP o en el PSOE. De seguir así, para el próximo congreso Iglesias tendrá las mismas  atribuciones que el señor Rajoy. Todo irá a peor si alguien no lo remedia. Como me decía un amigo hoy, Podemos ya no nos sirve, necesitamos recolocarnos para volver al espíritu democrático del que somos herederos. De nuevo no nos representan, la nueva casta se ha hecho con el poder. Se necesita un líder con que volver de nuevo a las raíces. Esperemos que poco a poco los demócratas de verdad se vayan cayendo del guindo, que decía un comentarista esta tarde, para poder volver una vez al espíritu que nos dio vida en las calles de toda España.

2 comentarios:

  1. JAJAJA es que hay clases y clases de inscritos, verdad, y tu como llevas más tiempo, tienes más razón que un santo, verdad?.
    Venga va, salud y república y tómate una tila.

    Un saludo.

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  2. JAJAJA es que hay clases y clases de inscritos, verdad, y tu como llevas más tiempo, tienes más razón que un santo, verdad?.
    Venga va, salud y república y tómate una tila.

    Un saludo.

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