Definición de coherencia




El Chorrillo, 5 de mayo de 2017

Cuento aquí la "historia" de un curioso desencuentro sobre ese concepto tan escurridizo hoy día que llamamos "coherencia". Es un post bastante aburrido que me he visto obligado a escribir entre otras cosas para aclararme yo mismo sobre el término. Mi agradecimiento a Santiago Pino, José Manuel Vinches y a X por la ayuda que han supuesto sus comentarios. El asunto arranca de una entrada de mi amigo Santiago Pino en Facebook en donde se hablaba de Jorge Verstrynge como de un degenerado capaz de transitar de por vida por terrenos tan dispares como la extrema derecha, Alianza Popular, PSOE, Partido Comunista y, por último Podemos. El articulo lleva el significativo título de La cabra siempre tira al monte. Las entrañas fascistas de Jorge Verstrynge; se trata de un panfleto dedicado a hurgar en el pasado de este personaje con la obvia intención de descalificar a Podemos y a Pablo Iglesias con quien coincide frecuentemente en el programa La Tuerka. Presentar a este personaje colocando en el frontispicio del artículo su imagen junto a la de Iglesias da una idea de por donde van los tiros del columnista.

Ni entro ni salgo en su defensa, pero confieso que me cae simpática la tanta volatilidad de este personaje, profesor de ciencias políticas, que es capaz de evolucionar (digo evolucionar) desde un extremo del espectro político al lado de Fraga hasta venir a parar en las cercanías de los círculos de Podemos. Y me gusta, con más razón, cuando siendo preguntado una vez en La Sexta por la razón de sus tantos cambios ideológicos, respondió con un "porque me salió de los cojones". Una respuesta que me pareció lindísima porque, dirigida a una audiencia acostumbrada a nacer con la pila bautismal en la cabeza y morirse bajo el hisopo del cura párroco, una humanidad que apenas evoluciona en sus concepciones religiosas o políticas a lo largo de sus vidas, no llegará nunca a comprender que la incoherencia, vista como concepto conductor e instigador de la trayectoria de una vida, constituye uno de los grandes arietes con que el individuo a lo largo de su vida va derrumbando, arrumbando viejos conceptos, avanzando para posicionarse día a día allí donde su inteligencia y sus conocimientos lo van llevando. Si Einstein o Newton no hubieran cambiado sus ideas respecto a los primeros conocimientos de física que aprendieron en su juventud, si Darwin no hubiera cuestionado sus primeras creencias sobre el origen del hombre, si... Y en otros planos lo mismo, querer desprestigiar, por ejemplo, a Miguel Ángel Revilla porque en su primera juventud fue falangista se me antoja del género un tanto estúpido. Querer lanzar a los fuegos del infierno a alguien que fue católico en su niñez porque ahora es ateo convencido, querer anatemizar a éste o aquél porque a lo largo de los años cambió de parecer, de ideología, de religión es pasarse de listo y no comprender que la capacidad que tiene el homo sapiens para evolucionar no proviene sólo del campo del automatismo de la biología, sino también del uso de la inteligencia y la reflexión.

De este guisa fueron los comentarios que siguieron en torno al artículo sobre Verstrynge:

S introduce su entrada así: Las extrañas andaduras de este curioso personaje Jorge Verstrynge, desde el neofascismo a podemita.

Yo. Tener huevos para reconocer que uno se ha equivocado o para ver la realidad de otro modo no los tiene todo el mundo. Más bien se me aparece como un gesto de coherencia. Yo cuando era jovencito era católico apostólico romano y ahora soy un ateo convencido. ¿Crees que por eso debo ser destinado a los infiernos? Los medios buscan vender y lo hacen muchas veces a costa de hacer submarinismo en el morbo, algo que por otra parte casi siempre esconde espurios intereses.

S. Lo de este hombre no es pasar del catolicismo a ser ateo, es que ha pasado por todas las religiones que hay en el mundo. Lo cual para mi no es muy coherente.

Yo. Ser monoteístas de por vida es algo contra natura, S. La gente madura con el tiempo. :-)

A partir de aquí interviene un nuevo comentarista:

X. El señor Verstringe pertenece a esa fauna política de los verdaderamente marxistas... marxistas de Groucho Marx: "estos son mis principios... si no le gustan, tengo otros!".

Yo. Bueno, no se necesita ser muy listo para comprender que dado que no hay verdad absoluta que valga no está del todo mal usar la vida para que cada uno pueda sacarle el mejor gusto que le plazca.
Un cocido con un poco de Karl, otro con un poco de Groucho, un poco de tocino, chorizo, etc, a lo mejor resulta más sabroso que los garbanzos a palo seco. Eso o dejar de ser uno mismo de vez en cuando para hacer de otro, que tampoco estaría mal. La afición por demonizar os pierde a muchos.

X. Un matiz, una cosa es la evolución personal, sujeta a la coherencia, y otra bien diferente el chaqueterismos y el oportunismo... y ese señor, después de ser la mano derecha de Fraga y vivir la frustración de que eligieran a Hernández Mancha en vez de a él, llamó a las puertas del PSOE... y no le hicieron caso... y como nadie le hacía caso, se apuntó a los Podemos... quienes apuntaban en sus listas hasta a las lechuzas o las hienas.

Como se ve el amigo X ya se ha retratado, pero aún faltará completar el cuadro; vendrá más adelante cuando se refiera a la RAE y a su definición de coherencia.

Yo. ¿Y quiénes son los que han de decidir el dichoso matiz de si la cosa es galgo o podenco?, porque me pareces demasiado seguro de dónde está la verdad, que con toda seguridad sólo es "tu" verdad. En cualquier caso la explicación que das de esa evolución personal me parece que no está exenta de un posicionamiento político que, a juzgar por las últimas líneas, me parece pueden hacer difícil una conversación sosegada

X. Creo en eso de "por sus hechos les conoceréis"... y aunque tengo más preguntas que respuestas en casi todo, lo de este señor me parece "clarito como el caldo de un asilo", y su falta de coherencia histórica es más que notoria.

"Falta de coherencia histórica" :-(

Yo había dejado definitivamente el tema, pero por la noche leyendo a F. Scott Fitzgerald me encontré con unas líneas con las que no resistí la tentación de volver a la carga:

Yo. Me acabo de encontrar con una cita que viene a cuento de los anteriores comentarios. Permitidme que os la pase, dice con mucha exactitud lo que yo no fui, acaso, capaz de expresar: "La prueba de una inteligencia de primera clase reside en la capacidad de retener en la mente dos ideas opuestas al mismo tiempo sin que se pierda por ello, capacidad de funcionamiento. Uno debiera, por ejemplo, ser capaz de ver que las cosas son irremediables y sin embargo, estar decido a cambiarlas." Tener la firme convicción de que hay que estar decidido a cambiar las cosas está reñida con los continuos escarceos contra gente que de una manera está currando por que el país sea de otra manera, tenga coleta o no, se llame Bescansa, Verstrynge o Rita la Cantaora. Prefiero pasar por ingenuo a dedicarme a poner de continuo el punto sobre las haches a todo hijo de vecino que se presenta como alternativa a la corrupción y a las mamandurrias del PP.

X. Tampoco me resisto a señalar que todo tiene muchos ángulos y matices... y que una cita así no deja sitio a la coherencia; porque una cosa es la evolución natural del pensamiento y obra bien diferente la falta de coherencia.

Necesito un icono con un muñequito, un emoticón con alguien que se rasque la cabeza preguntándose: ¿qué habrá querido decir X en esas líneas?

En este momento interviene otro contertulio:

JM. Sin ánimo de interferir en vuestro debate, quiero decir que la coherencia es la concordancia entre lo que pensamos y lo que decimos con lo que hacemos, por lo tanto se refiere a un momento concreto. Si resulta que a los 60 años somos coherentes con lo que pensábamos cuando teníamos 30 años, significa que nos hemos aprendido nada, pero nada de nada...

Momento en que X, en un tono que ya empieza a olerme un tanto, ¿chulesco, fuera de lugar, arrogante?, no lo sé, quizás haya que conocer mejor a las personas para hacerse una idea de ellas, contesta:

X. Usted tiene todo el permiso del mundo para intervenir... aunque creo que habría que matizar tus afirmaciones. Dice la RAE:
Coherencia
Del lat. cohaerentia.
1. f. Conexión, relación o unión de unas cosas con otras.
2. f. Actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan.
Más claro, el agua de los arroyos de nuestras montañas.

Naturalmente, un servidor, a quien también le divierte el uso de las palabras, con este tipo de afirmaciones se ve liberado del impedimento que una cortesía moderada debe matizar y se pone también un poco chulo con X.

Yo. Ja, X, no sabía yo que la RAE tuviera que ser la Biblia de cabecera de nadie. Conceptualmente la RAE no tiene ninguna autoridad. Repasa los trabajos de María Moliner y entenderás lo que digo. Así que eso de que más claro que el agua, nada de nada, dicho con todos los respetos del mundo (cómo no). Te pongo un ejemplo sencillito de cómo ventila la RAE algunos asuntos, vete al famoso diccionario y mira lo que significa follar. Pa, partirse de risa. :-). La coherencia de la RAE es coherente sólo consigo misma. Por otra parte no sé de dónde sacas esa claridad tan evidente; a la definición de la RAE le falta especificar las condiciones de la tal conexión de unas cosas con otras que, como apunta JM, al referirse a asuntos que decimos o hacemos, necesitan la especificidad de un tiempo, un cuando; con lo cual, evidentemente, si el hombre hubiera tenido que ser coherente desde siempre en sus formas de pensar y entender la realidad, ahora tendríamos que estar gateando por los árboles; en miles de años, como dice JM, no habríamos aprendido nada de nada. El uso del término coherencia es más coherente :-), valga la redundancia, usarlo referido al presente y sobre alguien, por ejemplo, que hace una crítica nada constructiva sobre algún aspecto de la realidad política y a su vez no contribuye en absoluto a la mejora de la misma. Esta incoherencia obvia se observa de continuo en las redes en quienes arremeten despectivamente contra Podemos, como es tu caso, y la palabra hiena es muy significativa, pero no aportan, parece, ningún signo de felicidad en sus palabras para que sepamos cómo vamos a cambiar el mundo según ellos. Si alguien como Verstrynge expresa ideas de izquierdas y se va con la bandera republicana a la coronación del lelo de Felipe exponiéndose a confrontaciones con la policía, es coherente. Yo, sin embargo, no soy coherente porque creyendo que tenía que hacerlo no lo hice, entre otras cosas porque me faltaron cojones (por cierto, aquí la definición de cojones de la RAE para que veas cuan sabio es este organismo. Cojones: 1. interj. malson. coloq. U. para expresar diversos estados de ánimo, especialmente extrañeza o enfado.). Como se ve los de la RAE todavía no saben cómo se llama lo que tenemos entre las piernas.
José Manuel, es de agradecer esa aclaración temporal del término. Me parece muy interesante el concepto de coherencia sujeto a un espacio de tiempo determinado.

Así hasta este momento. Esto se ha hecho en exceso extenso. Es un post demasiado largo con absoluta ausencia de poesía, incluso un post feo, pero aquí lo dejo como muestrario de una reflexión colectiva que acaso aporte algo al esclarecimiento de ese concepto que tanto usamos hoy, la coherencia.  



2 comentarios:

  1. ¡¡ Ole, tus cojones!! Tu defensa de la coherencia de Jorge Vestrynge, me parece épica, y estoy de acuerdo contigo, las personas con ideas monolíticas prefiero bordearlas disimuladamente y continuar por un camino incierto.

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  2. No te quejarás, hoy te habrá dada para varios desayunos la cosa. Eran más de las cuatro de la mañana cuando me paró la diarrea de la escritura.

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